Por: G.S.M.
En Santo Domingo Este, y muy especialmente en sectores como Los Tres Brazos, la situación migratoria ha dejado de ser un simple tema de debate para convertirse en una preocupación urgente. Es momento de actuar con decisión. ¡Orden en la casa ya!
Nadie que ame su patria puede permanecer indiferente ante la creciente presencia de extranjeros en condición irregular que se agrupan sin control en colmadones, cafeterías y comedores. Esto no es xenofobia, es responsabilidad ciudadana. La soberanía no se defiende solo en discursos ni en fechas patrias: se defiende todos los días, exigiendo que se cumplan las leyes.
La Dirección General de Migración tiene el deber de realizar operativos firmes, organizados y constantes, especialmente en zonas donde la realidad ya está desbordada. No se trata de atropellar ni humillar a nadie; se trata de aplicar la ley con respeto, pero con autoridad.
Los Tres Brazos no puede seguir siendo tierra de nadie. Mientras los vecinos trabajan y luchan por salir adelante, muchos negocios se llenan de personas sin documentos, sin control, sin contribución, y en algunos casos, hasta con conductas que generan inseguridad.
Es momento de mirar de frente este problema, sin miedo, sin prejuicios, pero también sin tibieza. Migrar es un derecho, sí, pero hacerlo de forma irregular y violando las normas de un país, no lo es. República Dominicana es una nación soberana, y como tal, tiene derecho a decidir quién entra, cómo entra y bajo qué condiciones permanece.
Hoy, como ciudadano de Santo Domingo Este, levanto la voz en favor del orden, del respeto a las leyes y de la seguridad de nuestras comunidades. Este llamado no es contra nadie, sino a favor de nuestra gente.
Migración debe actuar. Y debe hacerlo ya.