Por Máximo López hijo.
Dionisio Mejía, mejor conocido como “guandulito” escribió, cantó y popularizó un pegajoso merengue, cuyas estrofas parecieran habérselas escrito al presidente Abinader:
“váyase en paz mi compadre, váyase en paz ♪♫”.
En un momento histórico, el ex presidente Hipólito Mejía, usurpó la autoridad del PRD, lo que le provocó un enfrentamiento con el Lic. Hatuey Decamps Jiménez.
Como ironía del destino –si así pudiera decirse– el Lic. Decamps le cantó esas mismas estrofas al ex presidente Hipólito Mejía, cuando este perdió las elecciones «precisamente» enfrentando al tres veces presidente Leonel Fernández, quien se alzó con el 58% de los votos en esa contienda.
Al parecer, todo indica que se repetirá la historia, como bien lo dijera el gran Filósofo y teólogo del idealismo alemán, Hegel [a quien consideran la conciencia de la modernidad] decía: “que todos los grandes hechos de la historia repiten”.
A Hipólito le hicieron creer que era una especie de “dios” todo su entorno le celebraba sus asquerosos chistes, y lo trataban como si fuera un emperador, mientras que el pueblo lo observaba, en silencio, anotándole todo, esperando el día de esa gran obra colectiva llamada elecciones.
Hipólito le hizo una cesárea a la constitución, forzando una reforma constitucional que le fallo, tampoco valió que empleara todo el poder del Estado, para tratar de cumplir un capricho absurdo, que funcionaba solamente en su irracional mente.
Si los allegados del presidente Abinader tuvieran sentido histórico, si pudieran ver las señales, aconsejarían al mandatario que no inventara con la reelección, ningún presidente ha podido ganar estando la comida cara, acaso no es cierto que, el dominicano piensa con la barriga: ¿oh no? barriga jarta, corazón contento.
Presidente Abinader, seguro estoy que la historia se repetirá.
