Por VICTOR GOMEZ
Faltando menos de dos años para la celebración de las elecciones presidenciales de la República Dominicana, ya empizan a soplar aires de promesas y encantos soñolientos de políticos persuasivos.
Recientemente estuvo visitando algunos estados de los Estados Unidos uno de esos a los que les gusta encantar a sus seguidores y hasta opositores políticos con su verbosidad y conocimientos, para comenzar a hacer amarres y contactos futuristas.
El personaje en cuestión no es más y nada menos que «entren tó coño», el ingeniero Ramón Alburquerque, quien, a juzgar por su doble moral política, vino con la soga bien preparada para comenzar a amarrar a los borregos políticos que necesita y que deseen entrar en su corral presuntuoso.
El hecho de que los políticos dominicanos vengan a Estados Unidos, ya sea en tiempo de campaña o prematuramente, es una vieja practica que se va disgregando poco a poco, porque ya le cogimos la seña a cada uno, porque solo vienen a prometer y a buscar, y luego, ‘si te he visto no me acuerdo’, aunque el caso de Alburquerque aún está por verse.
Al destacado ingeniero, o a quienes se les ocurrió traerlo, se les olvidó que el verdadero opositor que tiene en estos momentos el partido de gobierno y el presidente Luis Abinader es ese invitado, que durante su periplo quiso curarse en salud diciendo que quiere unificar para que no se vayan a otro partido. Yo le diría a Ramoncito Alburquerque: no me hagas reír, que tengo los labios cuartiaos.
Solo hay que buscar videos, reportes de prensa, entrevistas, conferencias y demás, donde el flamante exsenador por la provincia de Monte Plata despotrica contra el presidente Luis Abinader como un niño resentido cuando no le dan algo.
Sentí vergüenza ajena por lo que me contaron algunos colegas y por los videos que subieron a las redes, donde se nota la pírrica asistencia que hubo en la actividad que se celebró en la seccional del PRM en Nueva York, un local que debió estar abarrotado ante un personaje de la estatura y categoría del ingeniero Ramón (entren tó coño) Alburquerque, quien dictó una «conferencia» para algunos miembros de la base perremeísta y también disgustados del partido al cual él pertenece.
Si esto es el comienzo en esta urbe de uno de los que aspira a terciar en una convención para competir por una precandidatura presidencial, lo veo «feo para la foto y muy arrugado para el video», porque puede decir después si pierde de Abinader, que lo venció el Estado.
A los integrantes de la corriente alternativa que juramentó para que trabajen por él le aconsejó que miren bien en el corral que los van a meter. Lo dejo de tarea.