Por: Josefina Reynoso
El martes 29 de noviembre de 2022, el Ministerio de Interior y Policía (MIP) anunció la puesta en marcha del “Plan de Patrullaje Cuadrante”. Este programa innovador que, a inicios del 2000, trajo como resultados y acciones interesantes en Colombia, Perú y Chile. Sin embargo, ¿En qué se basa la evaluación de la política de seguridad ciudadana que aplica el MIP? ¿Ya se han implementado acciones en materia de seguridad? A la fecha, no conocemos los resultados de los indicadores de desempeño de las otras propuestas ya implementadas.
Algo que también nos interesa saber es, ¿cuáles fueron las variables y factores a tomarse en consideración para la asignación del presupuesto para la operatividad de este nuevo proyecto?
¿Cuáles serán los indicadores de eficiencia para poder medir este plan? O los horarios de trabajo, los barrios o sectores cubiertos, la cantidad de hombre a este servicio, los equipos que tendrán a la disposición, ya que todo esto genera una erogación de recursos humanos y económicos, y no sabemos a ciencia cierta cuál es el presupuesto usado en las propuestas fallidas de seguridad ciudadana.
Es urgente que desde el gobierno inicie la formulación de una Estrategia Nacional de Seguridad Ciudadana, con metas medibles y cuantificables en el corto, mediano y largo plazo. Esta Estrategia debe de tener como horizonte una reforma de 360 grados de la Policía Nacional con miras a la profesionalización y formación de sus agentes, la mejora de equipos de trabajo, y la contraloría y fiscalización de sus acciones. Esta reforma debe de ser ejecutada de la mano de las mesas permanentes de seguridad comunitaria, y con la participación y seguimiento de los vecinos. Es crucial que se involucren a los gobiernos locales y a la mayor cantidad de actores, cuestión de lograr la construcción de un consenso que nos lleve a la solución definitiva de la inseguridad.
Por último, es oportuno reforzar el conjunto de leyes, resoluciones e instituciones que tienen incidencia sobre la compra, tenencia y uso de armas de fuego, regular y fiscalizar el uso de las motocicletas, y los sistemas penitenciarios.
Nuestros jóvenes son las principales víctimas y victimarios, cada día son más los que sienten temor al salir a las calles, reduzcamos la inseguridad con el trabajo coordinado de las instituciones del Estado, comunitarios y sociedad.
