Por Máximo López hijo.
Las próximas elecciones del domingo 19 de mayo, dejarán marcado un hito en el ámbito nacional, se dará una revelación inmensa que descubrirá un gran fenómeno llamado Omar Fernández. Un joven hijo del tres veces presidente Leonel Fernández, quien por sí mismo posee una inteligencia emocional admirable. Este evento no sorprenderá a nadie, ya que en todas las encuestas Omar, figura puntero, doblando en votación a todos sus adversarios juntos.
El pueblo, dicho de manera popular: “se ha cogido con Omar” le encanta su carisma, la naturalidad de su ser, el pueblo lo siente como un “muchacho” sano, sin malicia, lleno de una gracia y una chispa que solo es dada a ciertos mortales, este joven, con su magia envolvente tiene en sus manos la senaduría del Distrito Nacional.
Mientras que el oficialismo “del cambio” ha decidido realizar una jugada política –que nadie entiende– como si quisieran de verdad perder esa plaza del senado, poniendo a un impopular candidato, quien «dicho sea de paso» ha perdido en cuatro procesos electorales, yendo como candidato presidencial, ahora «nuevamente» Guillermo Moreno, perderá por quinta vez aspirando a la senaduría del Distrito Nacional, para asi vivir en carne viva el título de la novela de García Márquez: “crónica de una muerte anunciada”.
Los ataques y la campaña de descredito contra Omar no han podido opacar su fosforescencia, su brillo persiste, todo lo contrario, en vez de desfavorecerlo, lo que han hecho es favorecerlo –no hay forma– la capital tá en Omar, ¡entiéndanlo de una vez! ese joven tiene tasa cero de rechazo, conectó con la gente [y dicen por ahí] “al que Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga”.