Por Ramón Grullón
Según las encuestas, estas podrían ser las elecciones más reñidas en cuanto al voto electoral. En casi todos los estudios que recogen la intención de los votantes. La candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, encabeza las encuestas en una cantidad de estados que suman 231 votos electorales.
Mientras tanto, en los estados donde las encuestas favorecen al candidato republicano, estos alcanzan 213 votos electorales. Esto significa que, hasta el momento, las encuestas no reflejan un claro ganador para alcanzar los 270 votos electorales necesarios para las elecciones del martes 5 de noviembre.
En siete estados claves, la diferencia entre demócratas y republicanos está dentro del margen de error, lo que representa 94 votos electorales que decidirán quién será el próximo presidente de los Estados Unidos de América.
Pensilvania, con 20 votos electorales, es el estado bisagra más importante en esta contienda, seguido de Georgia y Michigan, que tienen 16 votos electorales cada uno. Otro estado sumamente relevante es Carolina del Norte, que aporta 15 votos electorales. También es importante resaltar que Arizona aporta 11 votos electorales y Wisconsin puede ser decisivo con sus 10 votos electorales. El estado más pequeño en disputa es Nevada, con 6 votos electorales, pero también podría ser determinante en estas elecciones donde cualquier cosa puede pasar.
Partiendo de los datos anteriores, Kamala Harris necesitaría ganar un mínimo de 39 votos de los 94 que suman los estados clave, mientras que Donald Trump debería obtener 57 votos o más de esos 94, ya que las encuestas no muestran una clara inclinación hasta el día de hoy.
En este escenario ligeramente favorable para la actual vicepresidenta, el Partido Demócrata tiene la oportunidad de ganar las elecciones sin sorpresas, si desde hoy decide trabajar incansablemente en cada rincón del país.
El primer paso para una victoria demócrata es que cada voluntario explique al pueblo la diferencia entre el candidato republicano y la candidata demócrata, que la maquinaria demócrata continúe en las calles y en las redes sin ceder un solo espacio a los republicanos, y que se siga trabajando con optimismo, pero sin triunfalismo.
Mejor propuesta
Kamala presenta una mejor propuesta para el electorado, así como una estabilidad mental y emocional insuperables. Mientras tanto, el candidato republicano, con su personalidad narcisista, colérica y misógina, puede representar un peligro para la estabilidad de los Estados Unidos y del mundo.
Kamala propone un plan de salud amplio que beneficia a la clase media y baja del país, mientras que la propuesta económica de Trump está destinada a otorgar más beneficios fiscales a las grandes corporaciones, transfiriendo los impuestos a la clase trabajadora y a los nuevos emprendedores. En cambio, Kamala prefiere favorecer a las grandes mayorías con más beneficios y menos impuestos.
Trump
Trump, con 78 años y un carácter inestable, genera dudas sobre su capacidad para manejar el estrés de otros cuatro años de gobierno. Su inestabilidad emocional podría desatar una crisis política y económica peor que la Gran Depresión de octubre de 1929, que podría aniquilar la economía de los Estados Unidos y del resto del mundo.
Además, su historial penal y su desastroso manejo de la pandemia del Covid-19 generan incertidumbre entre los agentes económicos. En los mítines de Trump, sus propios seguidores comienzan a marcharse temprano, cansados y aburridos por un candidato que solo habla de sí mismo, sin ofrecer nada concreto o serio al pueblo estadounidense.
En cuanto al tema migratorio, Trump pretende castigar a las personas que llegan a Estados Unidos buscando una vida mejor, mientras que Kamala, con su experiencia como fiscal, prefiere perseguir a los grandes delincuentes que trafican con personas y promueven la llegada de indocumentados.
Mientras Trump promueve la división, el pasado, el rencor y la segregación racial, Kamala aboga por un discurso inclusivo de prosperidad para todos los estadounidenses.
Si los simpatizantes de Kamala y del Partido Demócrata logran ver el peligro que representa la opción republicana, puedo decir sin temor a equivocarme que arrasaremos en los siete estados clave y podríamos dar una sorpresa en estados como Florida y Texa,s que Trump supuestamente ya tiene en su bolsillo.
Pero si no entendemos el peligro que ese señor representa, el martes 5 de noviembre podría convertirse en un «martes negro» que traiga el apocalipsis a los Estados Unidos de América y al mundo entero