Santo Domingo – En una intervención que ha generado un gran revuelo en la opinión pública, María Inmaculada, una destacada ciudadana que participaba en la reciente vista pública organizada por la Cámara de Diputados, lanzó fuertes críticas hacia el presidente Luis Abinader, calificando sus acciones como «peores que las de Hitler» y acusándolo de violar la Constitución y de cometer «genocidio» en perjuicio del pueblo dominicano.
Durante su intervención, Inmaculada expresó su profundo descontento con las políticas económicas y sociales implementadas por el gobierno de Abinader, señalando que el presidente está «jugando con el estómago» de los ciudadanos, en clara alusión al impacto negativo que las medidas del gobierno estarían teniendo sobre la vida cotidiana de la población más vulnerable.
En su discurso, que se ha vuelto viral en las redes sociales, Inmaculada no solo criticó al presidente, sino que también lanzó una advertencia a los diputados, recordándoles que no dependen del Ejecutivo, sino del pueblo que los eligió. «Usted es capaz de cobrarme por vivir, de cobrarme por comer, de cobrarme por ir al baño», expresó, en un tono que dejó en claro la frustración y el descontento que muchos dominicanos sienten en relación con la actual gestión gubernamental.
Acusaciones de genocidio y tensión creciente
Uno de los momentos más controvertidos de la intervención de María Inmaculada fue cuando acusó al gobierno de estar cometiendo un «genocidio», refiriéndose a las dificultades que muchas familias están enfrentando para acceder a necesidades básicas como alimentos y servicios. «Esto no es solo una violación a la Constitución, esto es un genocidio», sentenció, dejando clara su opinión sobre las políticas gubernamentales y su impacto en la población.
Aunque no brindó detalles específicos sobre las políticas que considera más problemáticas, su discurso refleja un sentimiento que ha venido creciendo en diversos sectores de la sociedad dominicana. En los últimos meses, han aumentado las protestas y manifestaciones en contra del gobierno de Abinader, especialmente en relación con el aumento del costo de vida, los precios de los combustibles, y las reformas fiscales propuestas.
Reacciones encontradas
Las declaraciones de María Inmaculada no han pasado desapercibidas. Algunos sectores han apoyado su intervención, considerándola valiente y necesaria para poner de relieve el malestar de gran parte de la población. Sin embargo, otras voces, especialmente desde el oficialismo, han tachado sus palabras de exageradas y fuera de lugar, acusándola de utilizar una retórica incendiaria que no contribuye al diálogo constructivo.
Por el momento, ni el presidente Luis Abinader ni los diputados aludidos han emitido una respuesta oficial a estas declaraciones. No obstante, es evidente que el clima político en el país se encuentra en un punto de alta tensión, con la ciudadanía cada vez más vocal en su descontento hacia la actual gestión gubernamental.
Un reflejo del sentir popular
El discurso de María Inmaculada refleja un creciente malestar en varios sectores de la sociedad dominicana. Aunque Abinader ha recibido reconocimiento internacional por algunas de sus políticas, en el plano interno enfrenta una realidad mucho más compleja, con demandas urgentes por parte de la población para que el gobierno tome medidas más contundentes que alivien la crisis económica y social que atraviesa el país.
Con la mirada puesta en los próximos meses, las declaraciones como las de Inmaculada sugieren que la tensión entre el gobierno y la ciudadanía podría seguir aumentando si no se producen cambios significativos en las políticas públicas. Por ahora, lo que queda claro es que la frustración popular ha encontrado en esta intervención un eco que difícilmente será ignorado.