SANTO DOMINGO.- La Red de Estudios y Empoderamiento Afrodescendiente y la Coalición Afrodescendiente de América Latina y el Caribe por la Justicia Climática pidió al papa Francisco que sirva de mediador y exija a las mineras canadienses que se retiren de la República Dominicana y América Latina por los graves daños que ocasionan al medio ambiente, soberanía alimentaria, cuencas hidrográficas y por las violaciones a los derechos humanos.
Darío Solano, coordinador de la entidad, denunció que las mineras canadienses en la región constituyen un símbolo de muerte.
Agregó que esas empresas «deben pedir perdón a los pueblos latinoamericanos y caribeños por el ecocidio que han ocasionado y por sus implicaciones en muertes de personas».
En el caso dominicano, mencionó la Barrick Gold, Unigold y Falconbridge, las cuales «atentan contra los ecosistemas locales».
La petición se produce a propósito de que el papa Francisco pidió perdón por el papel de la iglesia en los internados para comunidades indígenas de Canadá, lo que calificó de «un error devastador».
“En nombre de los afrodescendientes y las comunidades indígenas, queremos pedir al Papa que haga lo propio con las mineras que tanto daño han causado a los pueblos de Latinoamérica”, declaró Solano
Considera que la voz del Papa ayudaría a que los gobiernos prohíban la megaminería, que se ha constituido en un instrumento que liquida los recursos naturales y la vida.
“Esta prohibición debe ser establecida por ley en toda República Dominicana, porque esa práctica ocasiona severos daños a la salud de las personas y porque constituye una amenaza para el desarrollo y bienestar de las familias”, sostuvo durante una actividad en la comunidad Nigua, de San Cristóbal, a propósito del Día Internacional de la Defensa del Ecosistema Manglar.
Explicó que esa prohibición debe incluir las actividades de exploración, extracción, explotación y procesamiento a cielo abierto y subterráneo.