Por Máximo López hijo
En los actuales momentos, el pueblo dominicano se siente agitado, algo similar a como cuando se agita o bate la nata de la leche, la que luego se convierte en una emulsión llamada mantequilla -y no estoy hablando de Wilkin García Peguero, el genio de las finanzas de Sabana Grande de Boya, Monte Plata, quien tiene por apodo “mantequilla” ¡Si! El mismo dueño de 3.14 Inversiones Worl Wide SRL-
¿Acaso será que el presidente Abinader nos pretende convertir en mantequilla?
La verdad es que, cuatro años de un mal gobierno es mucho tiempo. Señor presidente, usted nos ha quitado lo último que un ser humano puede perder: esa doctrina que brinda la esperanza y nos mueve a vivir -tregua infinita de las penas- A usted le va a la medida la frase dicha por el filosofo y esclavo liberto turco Epicteto: “si tomas un cargo por encima de tus fuerzas, no solo faltas a la compostura, tampoco lo llevaras a término”. Usted le devolverá el poder a quien, si sabe hacerlo, será ese día, el retorno anhelado de quien supo gobernar.
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