BOSTON.- La situación de Rafael Devers con Boston Red Sox ha tomado un nuevo giro en medio de la incertidumbre defensiva que atraviesa el equipo. Con la lesión de Triston Casas dejando un vacío importante en la primera base, las opciones internas se han puesto bajo la lupa y entre ellas surge la posibilidad (antes impensada) de ver a Devers en otra posición que no sea la antesala.
Durante la rueda de prensa previo al juego del miércoles 7 de mayo, entre Texas Rangers y Boston Red Sox, el mánager Alex Cora dejó clara la postura del jugador dominicano y la visión del cuerpo técnico ante las alternativas defensivas.
«No digo que nunca tendremos esa conversación, quiero que siga acostumbrándose al puesto de bateador designado. Sería injusto pedirle algo», concluyó el timonel.
Todas las posibilidades están sobre la mesa
Las palabras de Cora van orientadas sobre el respeto por la identidad competitiva de Rafael Devers y la necesidad de evaluar todas las opciones posibles para fortalecer al equipo. No es un secreto que el dominicano ha sido firme defensor de su rol como tercera base, posición en la que ha desarrollado toda su carrera en las Grandes Ligas. Sin embargo, las circunstancias obligan a pensar fuera del esquema tradicional.
Hasta ahora, Devers no ha jugado ni una entrada en la primera base en su carrera profesional. Pero ante la falta de profundidad y con la exigencia de mantener su bate en la alineación, trasladarlo a la inicial se ha convertido en una alternativa plausible. Cabe destacar que en lo que va de zafra MLB 2025, el quisqueyano no ha tomado la custodia de la antesala, puesto que esa posición ha sido desarrollada por su compañero Alex Bregman.
Desarrollo ofensivo de Rafael Devers en 2025
Como bateador designado, el oriundo de Sánchez, República Dominicana ha respondido con números que van de menos a más. Ese posee un rendimiento de .252 de promedio, .373 de OBP y un slugging de .439, alcanzando un OPS de .812.
Aunque el equipo ha preferido usarlo de forma limitada como designado, esas estadísticas demuestran que su impacto ofensivo se mantiene intacto, sin importar su ubicación defensiva.
La disyuntiva ahora recae en la capacidad de Devers de adaptarse, no solo física sino mentalmente, a una nueva posición y en cómo esa decisión afectará la estructura del equipo. Si bien su orgullo lo mantiene atado de cierta forma a la tercera base, la causa de Red Sox podría requerir una dosis de esfuerzo en pro del bien colectivo.
