Toronto, Canadá. – Tardó, pero llegó el momento que todo un país estaba esperando. En el primer turno de su primera Serie Divisional, Vladimir Guerrero Jr. finalmente le dio un rugido de octubre a los Azulejos de Toronto, y lo hizo con la autoridad de quien nació para las luces grandes.
Un swing. Un estruendo. Una pelota que viajó majestuosa hacia el bullpen del jardín izquierdo, mientras el Rogers Centre se estremecía como si hubieran pasado años de contención acumulada. Era su primer cuadrangular en postemporada, pero más que eso: fue una declaración. Vladdy ha vuelto.
Con ese golpe, el rostro de la franquicia cambió el pulso de una serie que apenas comienza, pero que ya se siente inclinada hacia Toronto. La victoria por 10-1 sobre los Yankees no solo representó el primer triunfo de la organización en playoffs desde la lejana ALCS de 2016, sino también el inicio del camino que Guerrero promete recorrer hasta levantar un trofeo de Serie Mundial.
Las estadísticas lo respaldan: en series al mejor de cinco, el equipo que gana el primer juego se lleva la clasificación en el 72% de las ocasiones. Y cuando ese triunfo llega en casa, el porcentaje sube a 74%. En otras palabras, este golpe de Vladdy podría tener consecuencias de campeonato.
Y pensar que hacía casi un mes que no sacaba la bola. Desde el 5 de septiembre, Guerrero no encontraba los tablones, y su ofensiva se había enfriado con un OPS de apenas .592, mientras Toronto coqueteaba con dejar escapar la división ante Nueva York. Pero si el cambio de rumbo de los Azulejos tiene un punto de partida, fue este sábado, y ese punto lleva las iniciales V.G.J.
El cuadrangular vino ante un cambio de velocidad de Luis Gil, pero mucho antes del contacto ya se notaba que Guerrero estaba cazando algo grande. En el segundo lanzamiento del turno, conectó un foul con una violencia que recordó al Guerrero de los mejores días: agresivo, suelto y decidido.
Su mánager, John Schneider, lo conoce desde las ligas menores, y sabe leer su lenguaje corporal mejor que nadie. Antes del juego lo había dicho con una sonrisa: “El descanso tras el bye del Wild Card le vino de maravilla. Pudo ajustar mecánicas y despejar la mente.”
Como si el destino quisiera redondear la tarde, Guerrero volvió a brillar en defensa. Con un corredor en primera, se lanzó de cabeza para atrapar un batazo quebrado de Ryan McMahon, se levantó de inmediato y pisó la almohadilla para completar una doble matanza espectacular que levantó al estadio entero.
El rugido del público fue instantáneo. Vladdy no solo volvió: encendió octubre.