NUEVA YORK- Naciones Unidas condenó el trabajo forzoso impuesto en Cuba a los presos políticos.
“La existencia de leyes y reglamentos nacionales que permiten el trabajo obligatorio por expresar opiniones políticas o participar en huelgas también sigue siendo motivo de preocupación en Cuba”, afirmó Tomoya Obokata, relator especial sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud de Naciones Unidas, quien adoptó un informe de Prisoners Defenders (ES / EN), incluido en el reporte al Consejo de Derechos Humanos.
Entre los presos sometidos a tal acción, el informe citó a Dariel Ruiz García, Walnier Luis Aguilar Rivera, Yeidel Carrero Pablo, Roberto Jesús Marín Fernández, Yanay Solaya Barú, Alexander Díaz Rodríguez, José Díaz Silva, Taimir García Meriño y César Antonio Granados Pérez.
El estudio evidencia la alarmante situación del trabajo forzoso en los centros penitenciarios cubanos, revelando una preocupante desconexión entre la normativa legal y la cruel realidad vivida por los reclusos, especialmente dolorosa cuando se trata de presos de conciencia y políticos.
A pesar de que la Ley de Ejecución Penal Cubana (Ley 152/2022) y el Código de Trabajo Cubano (Ley 116/2013) establecen que el trabajo debe respetar la dignidad humana y garantizar condiciones seguras y salubres, decenas de testimonios y evidencias recabados por Prisoners Defenders indican que los presos son sometidos a condiciones inhumanas y explotadoras.
«No obstante, el artículo 30.3 del Código Penal de Cuba define las sanciones de trabajo forzoso, que son de carácter obligatorio y que sólo el Estado puede considerar su forma de cumplimiento mediante el estudio o superación”, señala.
Explica que «en el caso de los presos políticos, no existe tal posibilidad en caso alguno. En el de los reos comunes, tampoco es habitual esa consideración por parte del Estado, que usa el trabajo esclavo para lograr unos costes competitivos de una infinidad de productos en el mercado internacional».
La producción de carbón vegetal de Marabú y el corte de caña de la zafra azucarera son dos de los principales trabajos forzosos a los que son sometidos los prisioneros políticos en Cuba.
EL CARBON CUBANO SE VENDE EN EUROPA
La producción del carbón es el trabajo forzoso más abundante entre los presos comunes, los presos de conciencia y los presos políticos en Cuba. El padre del preso político Walnier Luis Aguilar Rivera, entre otros muchos, detalló a Prisoners Defenders esta situación:
“Los presos están trabajando como esclavos, están siendo sometidos a trabajos inhumanos, principalmente los presos políticos, cortando troncos [de marabú] con sus propias manos para la producción de carbón. Ni una sierra, machete o hacha. Tienen las manos llenas de ampollas y no se pueden ni sentar”, indica el reporte.
Para conocer de primera mano la situación, la entidad recomienda «ver vídeos de los trabajadores cubanos del carbón de marabú. Si bien el control absoluto de los medios y la información en las cárceles cubanas hace que pocas ocasiones tengamos oportunidad, pero no así los miles de testimonios que pueden recabarse».
Uno de estos vídeos fue muy connotado en Cuba (múltiples televisiones del exterior lo emitieron) y en él se puede comprobar como las condiciones de trabajo son propias de la esclavitud. Viviendo sin agua potable, en condiciones infrahumanas, con insuficiente y anacrónico material de trabajo (cuyo coste se descuenta de su mísero salario, que muchos jamás reciben) y durmiendo a la intemperie, los trabajadores son obligados a laborar en lugares inhóspitos bajo las más viles amenazas físicas, psicológicas y penales: https://www.youtube.com/watch?v=clMlqM0p1Jc.