Por ROMMEL SANTOS DIAZ
Los avances en el proceso de construcción de la Alianza para el Desarrollo en Democracia son evidentes con la integración de Ecuador como miembro constitutivo de esta importante alianza para impulsar el crecimiento económico en el marco de la democracia, los derechos humanos y los objetivos de desarrollo sostenible.
Un proceso de integración regional se vislumbra a través de la Alianza para el Desarrollo en Democracia; así como el fortalecimiento de una región de libertad, paz y bienestar que permita relanzar los vínculos comerciales, demográficos y culturales en un contexto de protección de los derechos humanos y la democracia.
En el marco de la agenda que pretende impulsar la Alianza para el Desarrollo en Democracia se requiere de la integración de actores claves para los Estados como son las Organizaciones de la Sociedad Civil y Actores Sociales que desde hace mucho tiempo participan en los esquemas de organización de las Cumbres de las Américas.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil y Actores Sociales cuyo rol goza de reconocimiento de la Organización de los Estados Americanos y de la Organización de las Naciones Unidas son vitales para impulsar cualquier iniciática encaminada a fortalecer los vínculos entre los países que conforman América Latina y el Caribe.
Una iniciativa como la Alianza para el Desarrollo en Democracia que pretende, según sus promotores respaldar una agenda que genere sinergias entre los países de la región y otros socios estratégicos en ese marco para crear condiciones objetivas que garanticen gobernabilidad democrática, fortalecimiento del estado de derecho, protección de los derechos humanos y prosperidad para todos necesitan contar con aliados claves como las Organizaciones de la Sociedad Civil y Actores Sociales.
Es importante señalar que el proceso de Cumbres de las Américas ha establecido la participacion de las Organizaciones de la Sociedad Civil como un elemento valioso e importante de inclusión de los actores sociales en los esfuerzos destinados a alcanzar el desarrollo económico y social, de fortalecimiento de las instituciones democraticas y del buen ejercicio de la gobernabilidad.
Las Declaraciones de la Cumbre de las Américas reconocen el importante rol de la sociedad civil y han tratado de crear oportunidades para una continua y sostenida interacción entre la sociedad civil y los gobiernos de los Estados Miembros impactando de manera positiva las políticas públicas formuladas por los gobiernos de la región.
Una propuesta atinada que podemos hacer a los países que encabezan hasta ahora la Alianza para el Desarrollo en Democracia consiste en dar apoyo a la realización de foros con la sociedad civil y los actores sociales para formular recomendaciones en relación a la agenda regional en materia de seguridad hemisférica, democracia, derechos humanos, medio ambiente, comercio e inversión.
La Alianza para el Desarrollo en Democracia podría adelantar sus actividades a la próxima cumbre de la misma elevando consultas a las Organizaciones de la Sociedad Civil y los Actores Sociales con trayectoria de trabajos en los pilares que promueve como fundamento la alianza estratégica entre los Estados que conforman hasta ahora la referida alianza.
Conviene resaltar la acogida que está teniendo en la región latinoamericana y otras partes del mundo la Alianza para el Desarrollo en Democracia como un modelo de esquema de integración regional que apunta a crear oportunidades de desarrollo integral de los países que la integran y los que a futuro formen parte de esta alianza, que esperamos sea apoyada con los recursos necesarios por los Estados Unidos de América y la Unión Europea.
La conformación de una agenda común entre los Estados que impulsan la Alianza para el Desarrollo en Democracia y los aportes de las Organizaciones de la Sociedad Civil y los Actores Sociales constituye una gran oportunidad para formular políticas públicas que contribuyan a las soluciones de las necesidades básicas de las poblaciones latinoamericanas y caribeña.
Finalmente, la Alianza para el Desarrollo en Democracia ayudara a consolidar la institucionalidad democrática y el respeto y protección de los derechos humanos; así como a fomentar iniciativas conjuntas que redunden en la prosperidad, el desarrollo sostenible y la reactivación del comercio, la economía y la inversión en la región de Latinoamérica y el Caribe.