Por: Redacción SDE digital
SANTO DOMINGO ESTE.- En un mundo donde las tragedias viales siguen cobrando un precio inaceptable en vidas humanas, es imperativo aplaudir y destacar los esfuerzos de aquellos individuos que han demostrado un compromiso excepcional en la promoción de la seguridad vial. Es un honor para mí compartir la noticia del merecido reconocimiento otorgado por el presidente de la Fundación Red de la Dignidad, Mario Holguín, a Daneris Santana y Kelvin Ramírez, a través del prestigioso Premio Presidente Juan Bosch.
La seguridad vial es un desafío global que no puede ser subestimado. Cada año, innumerables familias sufren la pérdida de seres queridos debido a accidentes de tránsito que, en muchos casos, podrían haberse evitado con precaución y educación adecuadas. Es en este contexto que figuras como Daneris Santana y Kelvin Ramírez emergen como faros de esperanza y cambio positivo.
El Premio Presidente Juan Bosch es un tributo apropiado para aquellos que siguen los pasos del ilustre estadista dominicano en su compromiso con la justicia social y el bienestar de la sociedad. Santana y Ramírez, al ser reconocidos con este galardón, están siendo honrados no solo por su valentía en promover la seguridad vial, sino también por su dedicación implacable a esta causa.
El camino hacia la seguridad vial está pavimentado con esfuerzo y determinación. Desde la educación pública hasta la implementación de políticas y regulaciones más estrictas, cada paso cuenta en la reducción de accidentes y en la protección de vidas. Santana y Ramírez han demostrado una comprensión profunda de esta realidad y han trabajado incansablemente para sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de respetar las normas viales y practicar hábitos de conducción seguros.
La Fundación Red de la Dignidad, bajo el liderazgo de Mario Holguín, ha demostrado ser un faro de esperanza en la lucha contra la epidemia de accidentes de tránsito. El reconocimiento que están otorgando a Santana y Ramírez es un recordatorio poderoso de que el cambio puede ser impulsado por individuos apasionados y comprometidos que se niegan a aceptar el statu quo.
En última instancia, honrar a Daneris Santana y Kelvin Ramírez con el Premio Presidente Juan Bosch no solo celebra sus logros individuales, sino que también nos invita a unirnos a su causa. Como ciudadanos conscientes, debemos apoyar y contribuir a los esfuerzos destinados a hacer de nuestras carreteras lugares más seguros para todos.
En hora buena a Santana y Ramírez por su destacada labor y por ser ejemplos inspiradores de cómo el compromiso personal puede transformar comunidades enteras. Que su legado continúe motivando a otros a unirse a la lucha por la seguridad vial y a seguir trabajando por un mundo donde cada viaje sea un viaje seguro.
El deber de un hombre, es estar donde es más útil.
