MIAMI.- Agustín Ramírez no pudo haber elegido mejor momento ni mejor víctima para estrenarse en las Grandes Ligas en el apartado defensivo. El joven receptor dominicano consiguió su primer atrapado robando en MLB y nada menos que frente a Shohei Ohtani, una de las superestrellas más completas del beisbol actual.
La jugada, que ocurrió durante el duelo entre los Marlins de Miami y los Dodgers de Los Ángeles, dejó en evidencia la potencia, precisión y rapidez del brazo de Ramírez. El receptor reaccionó en apenas 1.98 segundos desde el momento en que Shohei Ohtani salió al robo, completó el intercambio de la pelota del guante a la mano en tan solo 0.80 segundos y disparó un misil a segunda base a 78.9 millas por hora para conseguir el out.
El intento de Shohei Ohtani por robar la intermedia fue bien leído por el joven catcher, quien mostró temple y reflejos de veterano en su ejecución. La jugada fue limpia, sin necesidad de revisión, y provocó una ovación en el Yankee Stadium, donde los aficionados comienzan a familiarizarse con este nuevo rostro detrás del plato.
Ramírez, quien recientemente fue llamado al equipo grande, empieza a construir su perfil como un receptor confiable y con herramientas defensivas sólidas. En una organización como la de los Marlins, que ha buscado estabilidad en la posición de catcher, actuaciones como esta cobran gran valor.
Más allá del out, el contexto eleva aún más el momento: atrapar robando a un jugador como Shohei Ohtani, veloz, inteligente y con gran lectura de juego, no es tarea sencilla. Pero Ramírez estuvo a la altura, y su actuación no pasó desapercibida.
Si bien su carrera en las Mayores apenas comienza, este primer gran momento defensivo es un indicio claro de que Agustín Ramírez tiene con qué dejar huella. Y hacerlo ante una estrella global como Shohei Ohtani le da aún más brillo a su debut.