SANTO DOMINGO- La Asamblea de los Pueblos del Caribe Capítulo-Haití (APC-Haití) condenó enérgicamente el «trato inhumano» a los migrantes haitianos durante el proceso de expulsión de República Dominicana.
«APC-Haití observa con indignación y asombro la violencia ejercida por militares dominicanos contra los migrantes haitianos y hace un llamado al gobierno dominicano a tratar con dignidad a los haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana con respeto a los derechos humanos y a suspender las expulsiones masivas, dada la crisis multidimensional que azota a Haití desde hace algún tiempo», expresa la entidad en un documento
Entiende que «el gobierno dominicano debe respetar los convenios internacionales y obedecer los principios de respeto a los derechos humanos proclamados en su Constitución».
VIOLENCIA CONTRA HAITIANOS
«APC-Haití protesta contra todas las formas de violencias perpetradas contra haitianos y dominicanos de origen haitiano que rememoran tiempos oscuros del pasado en la época de la dictadura de Trujillo que causó innumerables sufrimientos a los dos Pueblos de nuestra isla», expone.
Agrega que «expresamos nuestra más profunda preocupación por las malas acciones del régimen de Luis Abinader frente a los migrantes haitianos que corren el riesgo de desarrollar prácticas neofascistas heredadas de la sangrienta dictadura que la República Dominicana había depuesto en su territorio desde principios de los años sesenta».
«Dichos mecanismos no respetan la dinámica de construcción de buena vecindad, convivencia y relaciones armoniosas entre Haití y República Dominicana. Estos valores son defendidos por los sectores progresistas de ambos lados de la frontera y asumidos históricamente por nuestros dos pueblos empeñados en establecer una convivencia fraterna en una lógica de respetuosa complementariedad», subraya.
VE GOBIERNO ALIMENTA VIOLENCIA
Recordó al gobierno dominicano que «no tiene derecho a alimentar la violencia contra personas cuyo único pecado es vivir en una situación de “irregularidad” en territorio dominicano».
«Queremos recordar que cualquier migrante, a pesar de su situación irregular en un territorio de acogida, debe gozar de la protección de sus derechos fundamentales que deben ser respetados», señala.
Agrega que «queremos recordarle al régimen del presidente Luis Abinader que el racismo, la discriminación, la xenofobia y el antihaitianismo sistémico y político nunca podrán resolver la crisis migratoria».
Instó al gobierno dominicano a «emprender el camino del diálogo constructivo inspirado en la solidaridad histórica entre los dos países, para reflexionar sobre soluciones racionales y responsables al fenómeno migratorio».
«APC-Haití denuncia el villano, discriminatorio e injusto decreto 668-22 emitido por el presidente Luis Abinader el 11 de noviembre de 2022 que, en su espíritu y en su letra, puede reforzar la “persecución” y las prácticas violentas de segregación contra una categoría social estigmatizada: Migrantes haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana», indica.
ODIO A LOS HAITIANOS
Añade que «observamos con preocupación esta escalada emprendida por las fuerzas políticas conservadoras en República Dominicana para mostrar el más alto nivel de odio hacia los haitianos. Nos preguntamos también si este resurgimiento de actos antihaitianos en un momento en que nuestro país vive una situación particularmente dolorosa, no se encuadra en una estrategia encaminada a acelerar una intervención de fuerzas militares extranjeras tan anhelada por ciertos sectores políticos de la región y claramente rechazada casi por unanimidad de la gran mayoría de los sectores sociales y políticos haitianos».
Alienta a las organizaciones nacionales, regionales e internacionales a «denunciar las prácticas xenófobas del Gobierno dominicano. Tales prácticas alimentan un clima de violencia, feroz represión y crueldad contra un grupo de personas sobre la base del racismo y la discriminación, ideales construidos históricamente contra los haitianos en República Dominicana por sectores ultranacionalistas».
RECUERDA HORRORES 1937
«El clima actual parece presagiar una masacre que recuerda los horrores de 1937», indica.
Expresa que «APC-Haití se siente revuelta ante las persecuciones orquestadas por el Gobierno dominicano contra seres humanos en busca de mejores condiciones de vida que continúan sufriendo los horrores del sistema de sobreexplotación de los trabajadores establecidos en nuestros 2 países».
«La migración de trabajadores de Haití a República Dominicana es parte de la brutal continuidad de la división regional del trabajo impuesta por el imperialismo estadounidense desde principios del siglo XX y que ha producido una dinámica de desarrollo desigual generando considerables plusvalías cosechadas por las empresas capitalistas del Caribe insular», subraya.
SILENCIO GOBIERNO
Condenó también «el silencio del gobierno haitiano ante la tragedia que viven los ciudadanos haitianos en República Dominicana».
«Esa actitud irresponsable lleva el signo de la falta de interés del gobierno de facto e ilegítimo en tomar en consideración la suerte de los haitianos residentes en el exterior», señala.
Opina que «la indiferencia y el silencio cómplice de este impopular e ilegal gobierno frente a los abusos que sufren los migrantes haitianos en República Dominicana, reflejan la misma actitud despreocupada respecto a la satisfacción de las condiciones materiales de subsistencia y las necesidades básicas de la gente de nuestro país».
URGE MEDIDAS
Sugiere que «el gobierno haitiano debe tomar medidas urgentes para demostrar su desaprobación de las violaciones perpetradas por funcionarios del Estado dominicano y poner en marcha mecanismos para la recepción y reintegración de ciudadanos/as haitianos/as en su país».
«APC-Haití lanza un grito de alarma a todas las organizaciones del Caribe, a los Gobiernos de la región y a los organismos multilaterales como CARICOM y la AEC para que condenen de manera inequívoca los abusos del Gobierno dominicano y hagan todo lo posible por frenar lo que parece prefigurar la repetición de la masacre de 1937», añade.
Explica que «los migrantes haitianos son seres humanos que merecen protección y debemos organizar todas las condiciones para preservar su dignidad».