El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, exigió al Gobierno de Venezuela aceptar de inmediato la repatriación de todos los ciudadanos venezolanos en condición de reclusos o pacientes psiquiátricos que hayan ingresado a territorio estadounidense.
“Queremos que Venezuela acepte inmediatamente a todos los presos y personas de instituciones mentales, lo que incluye los peores manicomios del mundo, que los ‘líderes’ venezolanos han obligado a entrar en los Estados Unidos de América”, escribió en su red Truth Social.
Trump afirmó que “miles de personas han resultado gravemente heridas, e incluso han muerto, a causa de estos ‘monstruos’”. Culminó con una advertencia: “¡Sáquenlos de una vez de nuestro país ahora mismo, o el precio que pagarán será incalculable!”.
La declaración se produce en medio de una escalada de tensiones entre Washington y Caracas. Según denunció Nicolás Maduro, ocho destructores, 1.200 misiles y un submarino nuclear apuntan hacia Venezuela, mientras que cinco cazas F-35 llegaron a Puerto Rico el 13 de septiembre como parte de una operación de EE.UU. contra los cárteles.
Un día antes, fuerzas estadounidenses incursionaron en la Zona Económica Exclusiva de Venezuela y asaltaron una embarcación pesquera, lo que Caracas calificó como una maniobra “ilegal”.
Maduro sostiene que Venezuela es víctima de “una guerra multiforme” orquestada por EE.UU. con el fin de propiciar un “cambio de régimen”. En respuesta, llamó al alistamiento masivo de milicianos y ordenó la activación del “Plan Independencia 200”.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, anunció ejercicios de “apresto militar” en la isla de La Orchila, mientras que tropas estadounidenses en Puerto Rico realizaron un simulacro de desembarco anfibio el 18 de septiembre.