WASHINGTON.- Un aumento de la violencia relacionada con las bandas armadas en Haití sigue empujando al país más pobre del hemisferio a una crisis humanitaria que es de “preocupación” para el presidente de Estados Unidos, Joe Bien, pero es “complicada” de abordar y que no se hará de la noche a la mañana.
Las declaraciones son de Karine Jean-Pierre, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, quien el pasado fin de semana participó en la convención en Las Vegas de las asociaciones nacionales de Periodistas Negros e Hispanos.
“Solo va a llevar tiempo. Sé que no es nada fácil, es una situación complicada, pero vamos a seguir concentrados en ella”, comentó Jean-Pierre, a la pregunta que se le hizo desde el público. La portavoz también indicó que no es solo Estados Unidos, sino que países de la región también deben involucrarse.
Recientemente, el diario estadounidense Washington Post editorializó la situación de Haití y criticó que la respuesta de la comunidad internacional ante la situación de ese país sea el silencio. También juzgó que la Organización de Estados Americanos (OEA) solo haya emitido declaraciones sobre la situación.
Por otro lado, apenas el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) extendió el mandato de la oficina política en Haití por un año y decidió que su unidad policial y penitenciaria incluirá hasta 42 civiles y personal adscrito que actuarán como asesores.
Aunque Karine Jean-Pierre señaló que la situación de Haití es “personal” para el presidente Biden, organizaciones han criticado las continuas deportaciones de haitianos hacia un país en caos, sobre todo desde Estados Unidos.
Un informe de la organización no gubernamental Quixote Center señaló que Joe Biden deportó en su primer año de gobierno casi tantos haitianos como los últimos tres presidentes estadounidenses combinados.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reveló que 19,189 migrantes haitianos fueron deportados desde Estados Unidos en un año que comprende enero de 2021 a enero de 2020.
Aunque Biden tomó posesión el 20 de enero del año pasado, solo el 89 % (17,090) de los migrantes fueron devueltos desde Estados Unidos entre el 19 de septiembre de 2021 y el 31 de enero de 2022.
El nuevo estallido de la violencia en Haití se inició a principios de julio cuando bandas armadas rivales se enfrentaron en Cité Soleil.
Según la ONU, entre el 8 y el 17 de julio de 2022, más de 471 personas resultaron muertas, heridas o desaparecidas. Unas 3,000 personas también han huido de sus hogares, incluidos cientos de niños no acompañados, mientras que al menos 140 casas han sido destruidas o incendiadas.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que la situación en Cité Soleil deja a uno de cada 20 niños en riesgo de morir de desnutrición aguda severa.
Los últimos datos disponibles de Unicef estiman que el 20 % de los niños menores de cinco años en Cité Soleil sufren desnutrición aguda severa o moderada, cinco puntos porcentuales por encima del umbral de emergencia establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La violencia debe cesar en Cité Soleil para que los niños desnutridos puedan recibir la asistencia médica que necesitan para sobrevivir y crecer», dijo en un comunicado Bruno Maes, representante de Unicef en Haití.