Por: José Francisco Peña Guaba
Al llegar hoy a los 59 años de edad me vienen un torbellino de recuerdos a la memoria, la mayor parte de estos llegan acompañados de quimeras y de esperanzas truncas sobre todo al negarnos el destino la suerte de haber podido contar por más años con la presencia física de mis padres, Doña Lala y José Francisco.
Es que por más que pasen los años al ver cerrar los ojos de nuestros progenitores, sentimos que una parte de nosotros viajó con ellos al mundo de lo ignoto, nada hace superar el vacío dejado por sus partidas, porque paradójicamente al entrar a la primavera de la vejez, sentimos muchas veces que nos falta orientación, más bien el cariño por los mimos recibidos producto de sus desvelos.
Es que mi existencia ha estado signada por la inexorable impronta de ser vástago de un auténtico líder, un hombre sin igual del cual me siento más que orgulloso, comprometido con su visión de patria grande y en defensa de sus raíces, de la cual él nunca abjuro porque le fue leal al compromiso social con su pueblo hasta el último aliento de su vida.
No niego no poder entender como por obra de la providencia, el bonachón de mi padre con apenas 61 años de edad nos fue arrancado físicamente de las manos de quienes los amamos, respetamos y admiramos, para en pocos años después unirse con él mi heroica madre, esa estoica mujer que lo acompañó en los años difíciles y que protegió a sus hijos con tanto celo y ahínco como la loba romana.
Es que la entrada en años nos obliga a una profunda retrospección, a una evaluación de nuestras decisiones porque todos sin querer nos convertimos en jueces implacables de nuestras pasadas acciones, más de aquellas que hubiésemos querido cambiar, por las razones de hoy que en el ayer eran inexistentes, sobre todo por los de mi generación conocidos como baby boomers, los nacidos antes del año 1964.
Vivimos en ese permanente cuestionamiento que nos hacemos, el mismo que nos obliga a hacer comparaciones de lo que pudo haber sido mejor, que en mi caso particular lo tengo muy claro al saber:
1.- Dios me ha bendecido no me cabe la menor duda, es que pese al gran sobrepeso que he tenido por tantos años, el que permanezca de este lado del mundo es obra de él, por eso siempre lo tengo pendiente en todo el accionar de mi existencia.
2.- La satisfacción de saberme despojado de resentimiento alguno contra nadie, comportamiento que es herencia de mi padre, pues nos inculcó que no debíamos odiar y que, muy por el contrario, debíamos servir a todo ciudadano sin discriminación alguna.
3.- Si hay algo que me ha dado bienestar espiritual es haber colaborado en la construcción del Foro Permanente de Partidos Políticos de la República Dominicana (FOPPPREDOM) institución al servicio de la democracia que vela por el fortalecimiento de los derechos ciudadanos a través de sus auténticos intermediarios: las organizaciones partidarias y aunque sé que nos queda mucho por recorrer, cada paso de avance realizado es un kilómetro de satisfacción al deber cumplido.
4.- Con 42 años en las lides políticas, 18 años con vínculos directos con Presidentes y 10 como legislador en oposición me han permitido conocer ambas caras de la moneda, se dé lo fugaz que es el poder y de lo agreste de estar en la acera del frente, eso me ha enseñado que la vida es como las llantas de un vehículo, que en su rodaje siempre se estará como algo natural, un tanto tiempo arriba y un tanto tiempo abajo.
5.- Aprendí de mi progenitor que se es irreverente al poder, los que me conocen saben que no he tenido temor alguno de expresar con respeto pero con firmeza a los Presidentes a los cuales he conocido, lo que pienso sobre diversos temas porque no hipoteco mi pensar y mucho menos lo que escribo, que no está en interés particular de un solo colectivo, defiendo mis ideas sin menoscabo de las de los demás y estoy convencido que en la clase política dominicana hay gente muy buena y con una verdadera vocación al servicio público.
6.- Los años difíciles (1966-1978) me enseñaron el valor de la libertad y de la democracia, por eso le debo respeto a esos héroes que construyeron junto a mi Padre el sistema de derechos en el que vivimos hoy, a los que fueron exiliados, encarcelados y perseguidos por razones políticas, los tengo como los estandartes de una nación que está llamada a reconocer los sacrificios y desvelos realizados por unas pléyades de hombres y mujeres que nos legaron la democracia, aunque imperfecta, que disfrutamos hoy.
7.- No les niego que no ha sido bien comprendido todavía en una gran parte de la sociedad el hecho de que en términos de apoyo electoral después de la desaparición física de mi padre haya estado al lado de mi amigo de larga data LEONEL FERNÁNDEZ, cosa que en vida sabía mi padre qué sucedería posterior a cuando este cerrara los ojos, porque admiro el liderazgo formador, la lealtad y esa incesante búsqueda del conocimiento que convierte a los líderes en seres especiales y creo que el Expresidente Fernández tiene mucha de esas condiciones, que solo he conocido en mi Padre y parte en él.
8.- Me encuentra estos 59 años con mi principal proyecto, recuperar mi salud y acompañaré esta prioridad dedicando también parte de mi tiempo a otras actividades que me llaman la atención como lo es la educación de la clase política nuestra, por eso estamos constituyendo desde el FOPPPREDOM el Instituto de Formación Política y Administración Pública (INFOPAP) una ASFL al servicio de todos, sin distinción partidaria ni ideológica alguna, con el fin de formar una nueva clase gobernante en valores y fiel a los compromisos de defensa de los intereses de la mayoría del pueblo, así como iniciamos operación con FOPPPREDOM TV “El Canal de la Política” canal 73 de Claro que estará próximamente en la mayoría de las cableras del país y del exterior. Igualmente trabajamos en la conformación de un colectivo de apoyo mutuo para obesos que se denominara “Gordo Acompañamiento” para ayudar a todas las personas en sobre peso como quien suscribe, ya que la obesidad es una pandemia mundial y en nuestro país supera el 66% de la población adulta (34% sobre peso y 32% en obesidad). Dedicare tiempo también para darle forma a un proyecto que desde la Fundación José Francisco Peña Gómez iniciaremos el año entrante y que se llamará “Apadrinando el futuro” para que los ciudadanos que económicamente puedan le sirvan de padrinos protectores a la niñez desvalida e indefensa, enfocado en la protección de niños huérfanos como lo fue mi padre.
9.- Después de viejo descubrí una de mis pasiones, escribir, es una actividad que realizó de forma natural y autodidacta, que siento le ha dado un mayor sentido a mi vida, espero que en pocas semanas salgan en digital y en físico tres tomos que recogen todas “mis reflexiones” así como trabajo en un libro que dará a la luz prontamente y que retrata la vida de un obeso “Mi gorda Cárcel” que deseo le sirva de motivación a muchos, para evitar convertirse en adictos a la comida.
10.- Al llegar a la primavera de la vejez, deseo expresarle a todos que en ninguno de mis escritos hay un interés malsano contra nadie en particular y mucho menos contra ninguna organización política a las cuales les sirvo de manera institucional desde el Foro de Partidos, es por ello que pese a mis críticas valoro el esfuerzo del bien intencionado Presidente Luis Abinader, le reitero mi aprecio a pesar de las diferencias a mi amigo Danilo Medina, vaya mi cariño a Hipólito Mejía depositario de un proverbial don de gentes y mi apoyo sin reservas ni dudas como lo he hecho en estos últimos 22 años a mi estimadísimo Leonel Fernández, todos ellos elegidos por el soberano como Presidentes, que con sus respectivas visiones contrapuestas, todos sin excepción han aportado su granito de arena para fortalecer la democracia y eso debemos los dominicanos reconocerlo.
Gracias en el día de hoy a mi familia y en especial a mi amado hijo José Francisco porque siempre han estado a mi lado, aunque algunos como es algo normal militemos en diferentes partidos. Satisfecho estoy, claro está de mi otra gran familia, mis hermanos y hermanas integrantes del Bloque Institucional Socialdemócrata que me han acompañado desde año 1989 en la fundación legal del BIS como partido político y que nunca me han abandonado vaya para ellos mi agradecimiento del alma y con ellos también a mis compañeros del FOPPPREDOM, que le hacen honor cada día a nuestro lema “unidad en la diversidad”.
También a todos los que leen mis vivencias y necedades, a los que coinciden con ellas y a los que me hacen el favor de criticar mis reflexiones y a los amigos auténticos que son la verdadera familia que escogemos, mi gratitud por su atención y sincero respaldo, pero sobre todo y más que a nada a mi Dios, ya que por su gracia es que todavía se me permite seguir emborronando cuartillas y expresando sin ataduras de ningún género todo lo que pienso.
Pero sobre todo en estos 59 años de vida vaya mi eterno agradecimiento a mis sacrificados padres y a mi increíble hijo Jonás ido a destiempo en la flor misma de la adolescencia, a quienes amo y recuerdo cada día porque ellos me han hecho sentir, ver y entender que en la vida hay sentimientos tan y tan profundos como el amor que no se extinguen nunca, ¡ni con la muerte!