Los menores soportaron condiciones infernales desde que fueron interceptados por las autoridades migratorias dominicanas, sufriendo el mismo trato que los adultos.
Según la fundación las deportaciones reflejan el endurecimiento de la política migratoria del gobierno dominicano hacia Haití desde el inicio de la construcción del canal de riego en este país con una toma de agua en el río Masacre.
Zanmi Timoun denunció el maltrato que sufren estos infantes y pide que se respeten los acuerdos y tratados internacionales sobre los derechos del niño.
Estos documentos estipulan claramente que los Estados firmantes deben garantizar que los infantes no sean separados de sus padres en contra de su voluntad, precisó el comunicado.
Los menores -relata la fundación- llegan al centro «en condiciones humillantes: descalzos, con la ropa rasgada, hambrientos, lo que está condenado por la convención y otros instrumentos internacionales de derechos humanos». La fundación pidió a las autoridades dirigir su atención a estos niños deportados sin sus padres, insistiendo en que sean adoptadas medidas para proteger los intereses de ese segmento tan vulnerable.