Por: Wenzel Musset Lorenzo
Podríamos pasar el día completo redactando en estas líneas los problemas logísticos militares, económicos, políticos, diplomáticos y sociales que atraviesa Rusia debido a la invasión de Vladimir Putin a Ucrania, pero hay dos cosas que se pueden resaltar por las cuales digo que le salió el tiro por la culata a Vladimir Putin.
Lo primero es su fallida estrategia de comunicación en este conflicto, intentan pintar a Ucrania cómo un país de “neonazis” y “genocidas” ( sin ningún éxito por supuesto ya que es totalmente falso), quién ha quedado cómo el Hitler del siglo 21 ante el mundo ha sido precisamente Vladimir Putin. Episodios tan atroces cómo el ataque a una guardería, un hospital psiquiátrico y la masacre en el pueblo de Bucha, han desenmascarado al gobierno ruso ante el mundo, aunque lo intenten negar a través de su ministro de asuntos exteriores, Sergey Lavrov, tanto el cómo el gobierno al que representa, han sido expuestos cómo los genocidas de la era actual.
Lo segundo fue intentar evitar la expansión de la OTAN en Europa ( sobre todo en Europa del este) la disuasión nuclear ya no es tan efectiva cómo antes y tampoco las amenazas temerarias del gobierno Ruso, se han mostrado cómo un miembro hostil del viejo continente, por lo que más países están interesados en unirse a la OTAN cómo Finlandia y Suecia, por encima de las advertencias del gobierno ruso contra esa decisión, por lo que no sería raro ver aún más países ( y hasta la misma Ucrania) unirse a la OTAN en un futuro no muy lejano.
La mente de Vladimir Putin y su gabinete lamentablemente se quedó atrapada en la época soviética, en este mundo globalizado y moderno, las amenazas, la violencia y las mentiras no funcionan, al final Rusia cómo país quedará aislado, con una economía destrozada y con el repudio del mundo entero por culpa de los trogloditas y carniceros que lideran esa nación.