Un año después de que el venezolano Ronald Acuña Jr. de los Bravos se convirtiera en el primer jugador en la historia de Grandes Ligas con más de 40 jonrones y 70 bases robadas en una temporada, el dominicano Elly de la Cruz de los Rojos amenaza con establecer su propio club exclusivo: El club 40-90.
El superestrella en alza de Cincinnati ha tenido un comienzo histórico, ya que terminó abril con ocho cuadrangulares y 18 bases robadas, convirtiéndose en el primer jugador registrado que ha logrado dichas cifras en un mes del calendario.
De la Cruz actualmente lleva paso para terminar el 2024 con marcas insólitas de 42 vuelacercas y 94 estafadas. Y además, tiene línea ofensiva de .280/.389/.579 con OPS+ de 171.
El infielder de 22 años era un candidato obvio para tener una campaña de revelación en el 2024, pero era difícil imaginarse que sería tan bueno tan rápido.
De la Cruz demostró herramientas natas eléctricas como novato en el 2023, registrando algunos de los batazos más duros y corridos individuales más veloces, al igual que el tiro en asistencia más fuerte de un infielder en la era de Statcast (desde el 2015).
Sin embargo, su producción ofensiva no estuvo a la altura de sus destrezas. En 98 partidos con los Rojos la temporada pasada, De la Cruz bateó .235 con 13 bambinazos, 35 bases robadas y OPS de .710, ponchándose 144 veces en 427 visitas al plato.
Pero después de apenas un mes en su segunda campaña, De la Cruz nos tiene creyendo que quizás pueda ir hasta donde solamente Acuña ha llegado – y quizás más lejos – en cuanto a las combinaciones de poder y velocidad más grandes en una temporada se refieren.
Antes del inicio de una serie intrigante ante los Orioles el viernes, démosles un vistazo a las mejorías que ha hecho el joven, tanto en el plato como en la bases, en lo que va del 2024. (Las estadísticas a continuación estaban actualizadas al concluir la jornada del miércoles.)
Cómo ha mejorado como bateador
La revelación de De la Cruz al bate ha sido impulsada, en parte, por la manera en que ha avanzado el cañonero ambidiestro en tres áreas claves.
- Dejando ir pitcheos malos
Como muchos bateadores jóvenes tratando de ajustarse al nivel más alto del béisbol profesional, De la Cruz fue poco disciplinado al bate la temporada pasada, terminando en el 24to percentil con un una tasa de swings ante pitcheos fuera de la zona del 32.8%.
Este año, su tasa de swings ante pitcheos fuera de la zona se ha reducido al 27.5%, lo cual lo coloca en el 48vo percentil. Como corresponde, su tasa de bases por bolas ha aumentado del 8.2% al 13.5%, empatando por el 10mo salto más grande (+5.3 puntos) en Grandes Ligas.
De la Cruz ha mejorado su tasa de swings ante pitcheos fuera de la zona (del 36.9% al 27.9%) en las dos zonas más bajas – los tipos de pitcheos con mayores probabilidades de ser bateadas por el suelo – lo cual probablemente sea una de las razones por las que está bateando para más poder esta campaña.
- Apabullando los pitcheos bateables
Mientras que De la Cruz ha mostrado más disciplina contra pitcheos malos, ha sido más agresivo a la hora de atacar los más bateables, hasta el punto de hacer mucho más daño con ellos comparado con el 2023.
De la Cruz ha aumentado su tasa de swings contra pitcheos en el “corazón” de la zona (definido como lanzamientos que son más del ancho de una pelota dentro de la zona de strike) al 69.5% y tiene slugging .923 — el más alto en Grandes Ligas (mínimo de 50 visitas al plato) frente a esos pitcheos. Siete de sus ocho cuadrangulares han sido contra pitcheos lanzados en el corazón del plato.
Mayor slugging contra pitcheos en el corazón de la zona, 2024
Mínimo de 50 visitas al plato
- Elly de la Cruz: .923
- Mike Trout: .860
- Mookie Betts: .855
- Gunnar Henderson: .810
- Alec Bohm: .768
El año pasado, su tasa de swings ante pitcheos en el zona fue del 66.4% y tuvo porcentaje slugging de .574 contra dichos lanzamientos.
La diferencia ha sido aun más notable contra pitcheos en el verdadero medio de la zona. Contando estos lanzamientos, De la Cruz ha aumentado su tasa de swings del 69.4% al 84.% y su slugging de .432 a 1.231.
- Elevando la bola con más autoridad
La tasa de rodados de De la Cruz sigue siendo bastante alta, 52.9%, pero ha sacado más valor a sus elevados y sus líneas al darle más duro con dichos batazos, en promedio, que hace un año. El promedio de velocidad de salida de las bolas en el aire de De la Cruz ha aumentado de 95.2 millas por hora a 99.7 mph de un año a otro.
En general, casi el 30% de sus bolas conectadas esta temporada han sido batazos duros (velocidad de salida de 95 mph +) y ha bateado con el ángulo de salida ideal (8 a 32 grados).
Solamente cinco bateadores (mínimo de 50 bolas bateadas) han hecho eso con más frecuencia en el 2024.
Mayor tasa de batazos duros + ángulo de salida ideal, 2024
Mínimo de 50 bolas bateadas
- Shohei Ohtani: 33.3%
- Adolis García: 32.5%
- Brandon Marsh: 32.3%
- Marcell Ozuna: 30.2%
- Will Benson: 29.5%
Elly de la Cruz: 29.4%
No sorprende que esto esté resultado en más macetazos – bolas bateadas con la combinación ideal de velocidad de salida y ángulo de despegue, normalmente resultando en extrabases.
Suma todo eso, y el wOBA esperado de De la Cruz – una métrica de Statcast que toma en cuenta la calidad del contacto, los ponches y los boletos – ha aumentado de .303 (20do percentil) a .403 (95to percentil.)
Aunque 126 visitas al plato no son una muestra muy grande que digamos, sigue siendo significativa en comparación con su temporada de novato. Como la gráfica a continuación demuestra, nunca estuvo ni remotamente cerca de un desempeño tan bueno en ningún tramo de 100 visitas al plato como novato.
Cómo ha mejorado a la hora de robar bases
De la Cruz es uno de los jugadores más veloces de Grandes Ligas, pero la velocidad pura no es la única razón por la que actualmente va rumbo a convertirse en el primer jugador desde Rickey Henderson en 1988 que se roba al menos 90 bases en una temporada.
El aumento en su porcentaje de embasarse tampoco ha tenido un impacto tan enorme como pensarías; de hecho, ha habido un leve declive en su promedio de oportunidades (definidas como visitas al plato cuando un corredor en primera o segunda base con una almohadilla limpia delante de él) por juego que el año pasado.
Sin embargo, De la Cruz ha estado intentando robar bases con más frecuencia que en el 2023. Su porcentaje de intentos de robo por oportunidades ha aumentado del 40.6% (43 intentos, 106 oportunidades) en el 2023 al 67.7% (21 intentos, 31 oportunidades).
Increíblemente, ha logrado aumentar su eficiencia también, incrementando su tasa de éxito del 81% al 86%. ¿Cómo? Con mejores saltos, los que han hecho aun más difícil que los receptores contrarios lo atrapen.
El quisqueyano ha aumentado su promedio de distancia primaria en intentos de robo de 11.8 pies a 13.5 pies, mientras su promedio de distancia secundaria, que refleja el salto que ha dado un corredor cuando el lanzador suelta la bola, ha aumentado de 20.3 pies a 22.8 pies. Quizás no parezca mucho, pero la diferencia entre un intento de robo exitoso y un fallido suele ser cuestión de pulgadas.
¿Qué sigue?
Lo sorprendente es que De la Cruz todavía no es un producto terminado. Ni cerca. Apenas tiene 22 años, ha disputado menos de 130 juegos en su carrera y está haciendo todo esto a pesar de que se ha ponchado el 31% del tiempo y batea la bola por el suelo significativamente más que el jugador promedio.
De alguna manera, De la Cruz todavía tiene mucho espacio para crecer. Diríamos que el cielo es el límite, pero eso podría quedar corto.
Por Thomas Harrigan/MLB.com